lunes, 31 de enero de 2011

POLONIA TRAICIONADA (XIII). Cómo Churchill y Roosevelt entregaron Polonia a Stalin. Jorge Álvarez

Sikorski emprende su último viaje

                                            B-24 Liberator.                   Restos del B-24 de Sikorsi
                                                                                             en aguas de Gibraltar

Mientras todas las puertas se le cerraban, Sikorski decidió efectuar un viaje de inspección a Oriente Medio, para inspeccionar a las fuerzas polacas que allí se encontraban, a las órdenes del general Anders,  preparándose para participar en la ofensiva aliada a través de Italia.

viernes, 28 de enero de 2011

HISTORIA DE LOS JUDÍOS, ESOS TIPOS TAN ENTRAÑABLES (XIV). Jorge Álvarez

Propietarios agrícolas sí, campesinos no


Con las fortunas adquiridas de forma tan poco ejemplar los judíos de España adquirían enormes explotaciones agrarias en la frontera. Los judíos suelen negar u ocultar que a lo largo de la historia tuvieron derecho a adquirir tierras en diferentes momentos y lugares. La España de los siglos XII, XII y XIV fue uno de ellos. Sin embargo, los judíos rara vez cultivaban por sí mismos las tierras que adquirían. Jonathan Ray, experto en el judaísmo de la España medieval lo describe magistralmente:

“Los judíos pudientes que recibían tierra en zonas rurales en forma de concesiones regias o que las aceptaban como pago de un préstamo trataban a menudo esas posesiones como una forma de capital, conservándolas sólo un corto período de tiempo y vendiéndolas a continuación. Sin embargo, algunos judíos parecen haber estado directamente involucrados en la producción agrícola.”

De hecho, uno de los rasgos más llamativos de la propiedad de la tierra de los judíos en los nuevos territorios es que parece haber sido cualquier cosa menos un fenómeno excepcional. Los judíos de la Península Ibérica no sólo tenían la posibilidad de poseer tierras, sino que las modalidades de tierra que poseían, así como el estatus social y económico que alcanzaban con esas propiedades eran estrechamente análogos a los de otros grupos urbanos de la frontera.”

“La propiedad de tierras en manos de judíos en la frontera ibérica fue en suma una extensión de la singular relación social y legal de los judíos con la Corona, una relación que de modo general protegía a este grupo de la fiscalidad extraordinaria de la Iglesia y de las entidades municipales. Los monarcas peninsulares seguirían defendiendo el derecho de los judíos a poseer tierra ante la creciente oposición eclesiástica y municipal, al tiempo que controlarían rigurosamente la propiedad de los judíos, confiscándola, protegiéndola o redistribuyéndola según su criterio. Los judíos con conexiones con la corte regia siguieron siendo los mayores beneficiarios de este control por parte de los reyes, y las extensiones de tierra más grandes en manos de judíos en toda la frontera fueron concedidas en recompensa por sus servicios a los miembros más ricos y poderosos de esta minoría. Sin embargo, conforme la conquista dejó paso a la colonización, muchos colonos judíos vinieron a lograr la posesión de tierra urbana y rural por diversos medios, y la propiedad de la tierra se mantuvo como parte integral de la vida social y económica de los judíos a lo largo de todo este período y después del mismo.”[1]

lunes, 24 de enero de 2011

LA BANDA DEL TESORO (II). Jorge Álvarez

La infiltración comunista en el Departamento del Tesoro


Nathan G. Silvermaster ( centro, de pie) declarando ante el Comité de Actividades Antiamericanas. Enero de 1948

De todos los grupos de agentes del NKVD que se infiltraron y actuaron durante la era Roosevelt, el más importante, fue sin duda el Grupo Silvermaster, liderado por el agente Nathan Gregory Silvermaster, judío ucraniano naturalizado americano en 1926. Este círculo de espías se fue colocando en altos puestos directivos de diferentes organismos del Departamento del Tesoro y de agencias relacionadas con la política económica de la administración Roosevelt. Actuando directamente desde este Departamento estuvieron los siguientes agentes:

miércoles, 19 de enero de 2011

POLONIA TRAICIONADA. Cómo Churchill y Roosevelt entregaron Polonia a Stalin (XII). Jorge Álvarez

Katyn o la “inoportuna reaparición” de los polacos
que se habían fugado a Manchuria


El 13 de Abril de 1943 Radio Berlín anunció al mundo el hallazgo de unas gigantescas fosas comunes en el bosque de Katyn, en las proximidades de Smolensko. Según los alemanes las víctimas de la matanza eran miles de oficiales polacos y los autores de la misma los soviéticos.

martes, 18 de enero de 2011

LOS ESTADOS UNIDOS Y EL COMUNISMO. HISTORIA DE UN COMPADREO (VIII). Jorge Álvarez

Y Roosevelt cogió su fusil


El año 1937 marca el punto de inflexión. A partir de entonces, el presidente norteamericano sabotearía discreta pero eficazmente todas las iniciativas políticas y diplomáticas del Congreso y del Departamento de Estado que tratasen de apartar a los Estados Unidos de los conflictos que se avecinaban. El giro lo marca  lo que la Historia llama “el discurso de la cuarentena” pronunciado por Roosevelt en Octubre de 1937 en Chicago. Fue la primera vez en la que deslizó a sus compatriotas la idea de que los Estados Unidos tal vez no pudieran quedarse al margen de los conflictos que parecían avecinarse. El discurso era intencionadamente ambiguo y no era más que un premeditado y tibio avance en el proceso que el presidente había diseñado para reprogramar las conciencias de sus electores. A pesar de la calculada ambigüedad del discurso, los círculos aislacionistas entendieron perfectamente la gravedad de las declaraciones presidenciales y emplazaron a Roosevelt para que aclarara sin doble lenguaje cuáles eran exactamente sus intenciones. No lo consiguieron y el presidente rehuyó pronunciarse con franqueza. Naturalmente, se mantuvo en su muy estudiada línea de no mostrar claramente sus verdaderas intenciones sin renunciar a permeabilizar a sus compatriotas a las ideas intervencionistas.

lunes, 17 de enero de 2011

HISTORIA DE LOS JUDÍOS, ESOS TIPOS TAN ENTRAÑABLES (XIII). Jorge Álvarez

Al servicio de los poderosos... para explotar a los menesterosos


En la Europa de la Edad Media los judíos se concentraban en las ciudades, eran un pueblo esencialmente urbano. A mediados del siglo XI, Benjamín de Tudela, un mercader judío de origen hispano viajó por el Sur de Francia, Italia, Grecia, Constantinopla, Palestina, Mesopotamia, Egipto y Sicilia. Escribió un valioso Libro de Viajes en el que describió las comunidades judías que encontró a su paso. El historiador británico Paul Johnson, un fervoroso admirador de los judíos, resume así una de las observaciones más curiosas de la obra de este viajero:

“Observó atentamente las condiciones y las profesiones judías, y aunque describe una colonia agrícola judía en Crisa, sobre el monte Parnaso, el cuadro que describe corresponde a un pueblo abrumadoramente urbano: trabajadores del vidrio en Alepo, tejedores de la seda en Tebas, curtidores en Constantinopla, tintoreros e Brindisi, comerciantes y tratantes por todas partes.”[1]

martes, 11 de enero de 2011

LA BANDA DEL TESORO (I). Jorge Álvarez

LA BANDA DEL TESORO

                                      Franklin D. Roosevelt y Henry Morgenthau
                                          

La llegada de Franklin D. Roosevelt a la Casa Blanca en 1933 abrió de par en par las puertas de la administración norteamericana a una legión de entusiastas defensores del New Deal “rooseveltiano”. Casi todos ellos compartían un perfil que se podría resumir como sigue: relativamente jóvenes, educados en instituciones elitistas de la Costa Este y de ideología “liberal” (en el sentido americano, es decir, progresista). No obstante, este colectivo poseía otra seña particular que en los ensayos y manuales de historia suele ser pasada por alto: en su seno se daba una desproporcionada presencia de judíos.

lunes, 10 de enero de 2011

POLONIA TRAICIONADA. Cómo Churchill y Roosevelt entregaron Polonia a Stalin (XI). Jorge Álvarez

Stalin no se olvida de Polonia


A pesar de todos los gestos de buena voluntad hacia la URSS, Stalin estaba firmemente decidido a no renunciar a sus demandas territoriales, aunque éstas pudiesen comprometer a sus aliados anglosajones en un tipo de política y de diplomacia que ellos mismos habían declarado inadmisibles en la Carta Atlántica.

martes, 4 de enero de 2011

HISTORIA DE LOS JUDÍOS, ESOS TIPOS TAN ENTRAÑABLES (XII). Jorge Álvarez

Los judíos y el préstamo a interés


Por la época de la expansión del Islam y la creación de los dos bloques, los judíos eran los únicos que mantenían intactas sus redes comerciales. Los barcos musulmanes de Alejandría, por ejemplo, no podían atracar en el puerto cristiano de Marsella para descargar sus mercancías. Y lo mismo ocurría a la inversa. Sin embargo, un mercader judío de Alejandría sí podía enviar mercancías por barco a otro mercader judío de Marsella que a su vez se las podía hacer llegar a otro correligionario por vías terrestres y fluviales hasta Lyon, Metz o Maguncia (Mainz). Las comunidades judías amasaron grandes fortunas con el comercio entre ambos mundos y muchas de ellas florecieron de forma espectacular. Estas riquezas adquiridas con el comercio les permitieron dedicarse con creciente éxito a otra actividad que siempre les había atraído, el préstamo de dinero a elevadísimos tipos de interés. Habitualmente, los judíos suelen afirmar que su dedicación a la usura se debía a las prohibiciones que los cristianos les imponían para ejercer otras actividades. O dicho de otra forma, los judíos afirman que si se dedicaban a la usura era porque los cristianos no les dejaban otra alternativa. Este argumento tan repetido por los hebreos para intentar justificar su desmedida pasión por el dinero y la usura es tan falaz que resulta ofensivo para el sentido común. ¿Alguien en su sano juicio cree que alguien se hace banquero a la fuerza? A lo largo de la historia los pueblos que han sometido a otros los han obligado a construir ciudades, monumentos y obras públicas como peones de obra, a cultivar tierras en jornadas extenuantes, a servir como tropas de choque en sus ejércitos, a remar en sus galeras, pero, ¿cómo se puede obligar a alguien a prestar dinero al 60% de interés? Los judíos prestaban dinero, primero porque eran los que, con diferencia, más tenían, como fruto de su enriquecimiento con el comercio de productos de lujo entre el occidente cristiano y el oriente musulmán y, en segundo lugar, porque les encantaba ganar dinero sin esfuerzo y a costa de los despreciables gentiles.

Las autoridades rabínicas no veían con buenos ojos el préstamo con interés. Pero finalmente tuvieron que adaptarse a las necesidades del momento y tuvieron que ceder. Pues en todos los países cristianos - a excepción de España y la Italia Meridional - los judíos se vieron forzados, a pesar de sus ideas contrarias, a depender cada día más de esta profesión.”