Militantes de la SA asistiendo a un oficio religioso.
Resulta difícil encontrar una foto, en actitud parecida, de los bolcheviques, aliados de Roosevelt y Churchill
Reproduzco para empezar un párrafo del excelente e interesantísimo ensayo de Fray Santiago Cantera Montenegro, monje benedictino de la basílica del Valle de los Caídos (que es además doctor en Historia) titulado “La Crisis de Occidente. Orígenes, Actualidad y Futuro” (Editorial Sekotia).
“Con acierto el Papa Pío XI, en Mit brennender sorge (1937), señaló que el nacionalsocialismo era un neopaganismo germánico, racista y anticristiano. Tanto Hitler como Rosenberg y otros ideólogos nazis aceptaban toda religión en el Reich alemán siempre que no se opusiera a “los valores germánicos”. Es comprensible que el canciller austríaco Dollfuss y su biógrafo el filósofo Dietrich von Hildebrand vieran en Hitler y el nacionalsocialismo un “anticristo”, tal como lo pensaron igualmente muchos católicos alemanes por aquellos años. El nacionalsocialismo, ciertamente, ridiculizó la fe católica dese bastante pronto y cada vez más comenzó a perseguirla abiertamente. Restauró antiguos cultos paganos germánicos e inauguró auténticas granjas humanas en las que promovía la promiscuidad entre jóvenes alemanes de ambos sexos, para que de sus uniones nacieran los hijos de una raza que había de dominar el mundo.”