El Rey Víctor Manuel III y el general Badoglio
Hace ahora setenta años,
en el verano de 1943, tuvo lugar una de las operaciones militares más
brillantes y menos conocidas de la Segunda Guerra Mundial, la Operación Achse. El éxito total y fulminante de
esta operación, resuelta en su parte esencial en cuestión de horas, resultó en
su momento decisivo para la marcha de la guerra.
Actuando con una
eficacia, una precisión y una rapidez deslumbrantes, las tropas alemanas desplegadas
en Italia, en el Sur de Francia, en los Balcanes y en el Egeo, en las horas
inmediatamente siguientes al anuncio oficial del cambio de bando de sus aliados
italianos, desarmaron al Regio Esercito,
abrumadoramente superior en número, sin apenas sufrir (ni causar) bajas. El
mérito de la ejecución de esta operación es aún mayor considerando que los
aliados habían hecho coincidir el anuncio de la rendición italiana con el
desembarco de cuatro divisiones angloamericanas en Salerno, al Sur de Nápoles.