En 1957, en el instituto de
enseñanza secundaria de Little Rock, capital del estado sureño de Arkansas, tuvo
lugar un famosísimo incidente.
De acuerdo con la doctrina
establecida por la Corte Suprema en 1954, la segregación racial en las
escuelas, una práctica hasta entonces habitual en muchos estados del Sur, era
declarada anticonstitucional.
El 4 de Septiembre, al comienzo
del curso, nueve estudiantes de raza negra acudieron al instituto Little Rock Central High School. Grupos
de manifestantes blancos, apoyados por unidades de la Guardia Nacional de
Arkansas, enviada por el gobernador del estado Orval Faubus, empleando
coacciones y amenazas, impidieron a estos nueve chicos acceder al centro. En
los días siguientes, no intentaron regresar.
El día 20, la justicia decretó
que el gobernador Faubus había utilizado a la Guardia Nacional para vulnerar la
Ley, no para protegerla y le obligó a retirarla. Los estudiantes negros
volvieron al instituto y, a pesar de ser acosados por las turbas, consiguieron
entrar… La presión de los manifestantes fue en aumento y la policía local no
pudo (o seguramente no quiso) atajarla y finalmente los jóvenes negros fueron
sacados del instituto por la puerta trasera. A todo esto, Little Rock había
concitado la atención de los medios de comunicación que retransmitían en
directo minuto a minuto todos los incidentes.
El 24 de Septiembre, harto del abierto
desafío a la legalidad de las autoridades de Arkansas, el presidente Eisenhower
ordenó a la 101ª división aerotransportada, Screaming Eagles, una de las
unidades de élite más prestigiosas del Ejército, con amplia y muy reciente
experiencia de combate en la Segunda Guerra Mundial, desplegarse en Little Rock
para hacer cumplir la Ley Federal. El día 25, los nueve estudiantes negros,
ante las cámaras de multitud de periodistas, accedieron al Little Rock Central High School escoltados por paracaidistas del
101ª armados con fusiles.
Finalmente, los estudiantes
negros se graduaron.
Al presidente Eisenhower no le
tembló el pulso a la hora de enviar tropas a una parte del territorio de los
Estados Unidos cuyas autoridades se habían declarado en rebeldía. Los soldados
se desplegaron por Little Rock con uniforme y armamento de campaña para hacer
cumplir la ley y garantizar el derecho de los nueve estudiantes negros a
estudiar en el instituto de Little Rock junto a los estudiantes blancos. Porque
así lo dictaba la Ley.
En España, a pesar de que el Tribunal Supremo ha declarado que el modelo escolar de Cataluña, que impide a los niños que así lo desean estudiar en español, es abiertamente anticonstitucional, las autoridades catalanas han actuado y siguen actuando exactamente igual que las de Arkansas. Pero aquí, el presidente, es Rajoy.
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