miércoles, 14 de noviembre de 2012

BOTELLA, BOTELLÓN, FLORES, CORRUPCIÓN



…y algún que otro maricón.
 
 
Lo que ocurrió en el Madrid Arena durante la “macrofiesta” de  “Jalogüín”, es una especie de parábola de la España actual. Todos los ingredientes que han llevado a nuestra Patria a acabar convertida en la basura nauseabunda que es hoy, se encuentran presentes de forma ostensible en la tragedia del Madrid Arena de la madrugada del 30 de Octubre al 1 de Noviembre de 2012.

CORRUPCIÓN POLÍTICA Y MORAL… encarnada en una clase política representada por un ayuntamiento (teóricamente de derechas) que fomenta entre la juventud, menores de edad incluidos, hábitos de ocio tan “edificantes” como las “macrofiestas” y los “botellones”, en los que no sólo corre el alcohol libremente, sino todo tipo de drogas, hasta altas horas de la noche (más bien de la mañana). Un ayuntamiento que hace caja con estas actividades facilitando instalaciones municipales en condiciones ventajosas, de forma ilegal e ilegítima, a una empresa de más que dudosa reputación, que mantiene deudas con la Seguridad Social (lo cual la inhabilita para contratar con cualquier administración), que tiene expedientes abiertos con la Agencia Tributaria, que está siendo investigada por la justicia por posibles conexiones con el tráfico de drogas y que tiene, según datos mercantiles, un riesgo de impagos del cien por cien. Una empresa de ocio nocturno especializada en saraos multitudinarios y en eventos “lúdico-festivos” para maricones y tortilleras. Es decir, un negocio para montar orgías. Muy edificante, señora Botella, Legionaria de Cristo. Pero todo comienza a encajar cuando vemos que esta empresa “modélica” es la preferida por el vicealcalde para organizar sus fiestas privadas y que este empresario “modélico” se convierte en anfitrión del vicealcalde los veranos ibicencos… ¿Alguien se ha preguntado por qué el vicealcalde de la capital de España, un señor calvo y entrado en años, presuntamente respetable, tiene que celebrar sus cumpleaños en discotecas y frecuentar fiestas de maricas?  Es obvio que irán saliendo, a buen seguro, bastantes más datos que servirán para entender por qué esta empresa, de un único dueño - Miguel Ángel Flores - ha sido tan beneficiada por el ayuntamiento de Madrid. A lo mejor, cualquiera sabe, hasta acaban saliendo a la luz conexiones de tipo “trasero”…

 UNA SOCIEDAD ENFERMA. ¿Es normal que los fines de semana millones de jóvenes, muchísimos de ellos menores de edad, hayan adquirido el hábito de salir de casa a las doce de la noche para regresar de amanecida después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol y en muchos casos haber consumido diferente tipos de drogas? ¿Es normal que una fiesta para jóvenes, que además tiene lugar en instalaciones municipales, dé comienzo a las tres de la mañana, hora a la que comenzaba la actuación que había congregado allí a los jóvenes? ¿Es normal que los padres hayan llegado a aceptar con una resignación rayana en la irresponsabilidad estos hábitos de diversión de sus hijos? ¿Es normal que las administraciones públicas fomenten actividades de este tipo cediendo en condiciones ventajosas sus instalaciones a empresas de reputación más que dudosa que hacen caja envileciendo a la juventud? ¿Es acaso normal que los jóvenes se hayan acostumbrado a hacer “botellón” en los espacios públicos con la permisividad cómplice y cobarde de las autoridades? Cada vez resulta más claro que la causa última de las trágicas muertes de las cuatro chicas se debió a una avalancha provocada por el “asalto” al recinto del Madrid Arena perpetrado por miles de jóvenes que celebraban un “macrobotellón” paralelo a la “macrofiesta” y que decidieron que, de la misma forma que podían beber ilegalmente, podían entrar en el recinto violentamente a la hora en que actuaba su “DJ” favorito. Con total seguridad muchos de estos jóvenes asilvestrados actuaron “envalentonados” por la ingente cantidad de alcohol y drogas que habían consumido durante las horas previas. Ellos son también responsables de las muertes de las chicas. Ellos, a los que se les ha hablado siempre de derechos y casi nunca de deberes, ellos, que ponen a la cabeza de sus prioridades tenerlo todo, tenerlo ya… y a cambio de nada, ellos, que nunca son responsables de sus miserias ni de sus fracasos; ellos exigen ahora que se haga justicia, pero en cabeza ajena.  Y mucho me temo que a ninguno de ellos, ni tan siquiera, se le habrá pasado por la cabeza que, aunque su actitud vandálica fue el detonante final de una cadena de  irregularidades, inmoralidades y delitos cometidos por otros, esta cadena, por sí misma, nunca hubiera desembocado en la tragedia final sin su inestimable “empujón” final.

Y no quiero finalizar esta reflexión sin considerar un “detalle” que en general ha sido ignorado. Murieron cuatro personas y otra más resultó herida. Las cinco víctimas eran chicas. Tradicionalmente, los padres siempre habían sido más protectores con sus hijas que con sus hijos, por sentido común. La ideología feminista “marimachuna” ha acabado con este sentido común: “todo lo que haga un chico lo puede hacer una chica”. A la vista está que, por lo menos, salir con vida de un vomitorio abarrotado de vándalos borrachos y drogados a las cuatro de la mañana ha resultado bastante más difícil para las chicas que para los chicos. Si lugares como ese a horas como esa no son aconsejables para nadie, para las chicas lo son aún menos. Pero, no seamos machistas ¡por Dios!

En fin, lo ocurrido en el Madrid Arena la noche de “Jalogüín” fue, sin duda, una consecuencia lógica de la conjunción de dos factores típicos de nuestra democracia: la transparente y eficaz gestión de los representantes del pueblo libremente elegidos, con la actuación de la juventud mejor formada de la Historia.
¡Enhorabuena a todos y que siga la fiesta!

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